Suman ya decenas los artículos en
que me he referido al SINDICATO NACIONAL
DE TRABAJADORES DE LA EDUCACIÓN. La mayoría de ellos dedicados a analizar
desde mi perspectiva, lo que ocurre en la sección a la que pertenezco y por
tanto conozco desde dentro. Podría decirse que han sido años de “predicar en el desierto”, sin embargo
sigo poniendo “mi granito de arena”
intentando influir en las nuevas generaciones que habrán de realizar las
transformaciones necesarias en este gremio tan importante para la sociedad.
La motivación que me ha impulsado
durante años a escribir sobre lo sindical, es la misma que mueve a un simple
ciudadano que creé firmemente en que el mundo será mejor cuando contribuyamos
todos a construir una sociedad en la que prevalezca la verdad sobre la mentira,
se destruyan mitos, y se superen obstáculos históricos. Abrir el debate en el
magisterio es el propósito de las siguientes interrogantes, mismas que serán
útiles para ayudar a una justa interpretación de lo que actualmente está
sucediendo en el sindicato de maestros federalizados. Informando debidamente a
los trabajadores evitaremos que los engañen y manipulen. Aunque parezca utopía,
creo que sobre estos delicados temas que hoy están en boca de todos, la propia
dirigencia seccional debiera propiciar
un debate abierto, serio y respetuoso al interior de la sección 20 del SNTE. Ello hablaría
bien tanto de nuestra dirigencia como de la propia organización, pues vivimos
tiempos en que la existencia de EXPRESIONES
CRÍTICAS debiera ser prueba del
respeto que se tiene a la pluralidad y a la libre expresión de las ideas. Bajo esa premisa, he aquí la primera
interrogante que pongo a consideración de los compañeros agremiados
independientemente de su color: ¿HAY
ESQUIROLES EN LA SECCIÓN 20 o TRABAJADORES CON VISION DIFERENTE? A
reserva de mejor opinión, por mi parte empezaría
diciendo que gramaticalmente resulta incorrecto el calificativo “ESQUIROL” que la dirigencia seccional
usa para denominar a trabajadores que
por diferencias personales o partidistas, recién renunciaron a seguir sirviendo
a intereses electorales de la familia MONTENEGRO.
Según el diccionario, “ESQUIROL”
significa “SUSTITUTO” o “REEMPLAZANTE”, y aplica para individuos que se “alquilan” para sustituir a trabajadores en paro de labores y
para romper un movimiento formal de huelga que realiza un sindicato. Por tanto,
como hasta donde yo sé, en la sección 20 no hay huelga ni cosa que se le
parezca, entonces TAMPOCO HAY
ESQUIROLES. De ello se deduce entonces, que lo que “SÍ HAY” y muchos, son compañeros que han cambiado su visión de las
cosas, y que haciendo uso de su legítimo derecho de “pensar diferente”, hoy disienten
de “una corriente sindical” con la
que antes comulgaban y a la que hoy simplemente rechazan. Esto en el SNTE es perfectamente válido; a menos
que en “esa fracturada corriente” aplique
la regla de las mafias, en las que sus miembros “solo muriendo dejan de serlo”. ¿Habría que preguntarles a los mandones
verdad? Pero ahí les va otra interrogante también interesante y polémica: El llamado que hace la dirigencia es ¿EN
DEFENSA DE LA AUTONOMÍA SINDICAL o DEL CACICAZGO VIGENTE EN LA SECCIÓN 20? Para
el caso opino de entrada, que el llamado “a
cerrar filas para evitar la
intromisión de fuerzas extrañas y preservar la autonomía de la organización sindical”, es y será en mi
opinión válido, en la medida que exista verdaderamente una amenaza de este
tipo. Así pues, habría que preguntarse: ¿EXISTE
REALMENTE ESTA AMENAZA? ¿QUIENES LA REPRESENTAN SON
EN VERDAD AJENOS AL GREMIO? ¿QUIÉNES SON? ¿QUÉ PRETENDEN? Si estas
preguntas no tienen respuesta clara, habría que pensar que a lo mejor nos quieren
“llevar a un baile al que no queremos
ir”. Reflexionar que con ese
argumento, podrían estar intentando desacreditar un LEGÍTIMO MOVIMIENTO DEMÓCRATA
que nos agrada, porque se atreve a hablar de la ilegitimidad de UN CACICAZGO que mantiene secuestrada
nuestra organización desde hace ya
cuarenta años. ¿Por qué ilegítimo? Sencillamente
porque en ninguna parte de los estatutos se habla de la existencia legal de “cacicazgos”, ni “de líderes morales
vitalicios”, ni de “corrientes de
pensamiento únicas”, y mucho menos
de oprobiosas “dinastías familiares”. Podríamos concluir reconociendo, que el conocimiento de los estatutos que rigen al SNTE y el impulso de una cultura
sindical, deberán ser la estrategia para lograr de una vez por todas la
democratización y el rescate de nuestra organización. ¡No hay de otra! “Trabajadores
inteligentes y educados, eligen
dirigentes honestos y competentes”. Ese es el camino. ¿le entramos al estudio
de los estatutos? ¡Seguro que sí¡ La primera tarea será encontrar un ejemplar y reproducirlo clandestinamente, porque
durante años se han guardado como
documentos secretos. ¿Por qué será?
COROLARIO: La interrogante de mi próxima columna: ¿HAY CORRUPCIÓN EN LA
SECCIÓN 20? Hasta la próxima, espero sus opiniones al respecto vía
electrónica a mtreflexiones@hotmail.com
