martes, 22 de mayo de 2012
EDITORIAL
By ROBERTO GONZALEZ BERNAL at mayo 22, 2012
La crítica situación económica
nacional evidenciada por los millones de mexicanos que viven en extrema
pobreza, debiera ser razón suficiente para que en esta ocasión nos olvidáramos
de partidos políticos y en consecuencia,
decidiéramos por lo que más convenga a las grandes mayorías. La historia muestra, que en
situaciones extraordinarias una nación puede hacer a un lado las divisiones que
significan las posiciones ideológicas, haciendo un frente común y luchando en
conjunto contra la adversidad que amenaza a todos como colectivo social.
En México existen evidencias
suficientes para entender, que estamos ante quizás la última oportunidad de dar
un correcto “golpe de timón” que re direccione pacíficamente la nave nacional, y que la haga llegar al escenario de cambios
reales y de fondo que necesitamos los mexicanos para poder coexistir en paz y
armonía.
Tanto las gentes de derecha, de
izquierda, de centro y hasta las que no conocen de ubicación política, tienen
claro que la estabilidad social depende en gran parte, de que el beneficio que se obtiene de la explotación de los
recursos naturales del país llegue a todos sus habitantes sin excepción. Por
tanto, la excesiva acumulación de
riqueza en manos de unas cuantas familias favorecidas por las equivocadas o
manipuladas políticas públicas, necesariamente va en detrimento de las mayorías
y propicia malestar, insatisfacción, reclamo y violencia.
Esto es lo que tendremos que
considerar detenidamente los mexicanos al momento de depositar nuestro voto
este próximo primero de Julio. No podemos dejarnos llevar por la publicidad y la mercadotecnia publicitaria
que deforma , miente y esconde la esencia y la verdad. No caigamos en la trampa
de la compra del voto que nos convierta en rehenes por largos seis años. Esta es la oportunidad de
elegir acertadamente y probar nuevas
opciones. Olvidémonos de colores partidarios y decidamos solo por individuos
cuya historia personal hable por ellos y los recomiende positivamente.
Ejerzamos plenamente nuestra libertad de
pensar, decidir y actuar, a efecto de ser verdaderos arquitectos de nuestro
destino.
¡Olvidémonos de colores y
compromisos partidistas! En esta elección, deberemos pensar en que los únicos
compromisos reales a los que deberemos responder son con nuestro país, con
nuestros hijos y con las generaciones que están por venir. Esta es la
oportunidad y está muy próxima.