lunes, 22 de marzo de 2010

TAN CERCA DEL FISCO Y TAN LEJOS DE LA RIVIERA NAYARIT

A diferencia de los comerciantes informales que eluden hábilmente las cargas fiscales, los propietarios de negocios establecidos claman desesperadamente por que el gobierno “les eche un ojo” y considere la situación crítica por la que están pasando en esto momentos en que por diversas razones las ventas se han venido abajo. Esta situación que –salvo la RIVIERA NAYARIT- es generalizada en la mayor parte del territorio nayarita, se aprecia con mayor objetividad en su capital, misma en la que los líderes de las organizaciones de comerciantes de diferentes rubros; coinciden respecto a que no tienen con qué hacer frente a la multitud de pagos que en estas fechas tienen que cubrir por concepto de licencias, permisos, anuencias y demás; a las instancias municipales, estatales y federales de las que son causantes cautivos.

Sin duda sus argumentos son de peso y habría que prestarles atención, pues a la gran variedad de cargas fiscales oficiales de por sí onerosas que existen en NAYARIT; sus negocios tienen que responder con puntualidad a los gastos propios de operación entre los que destacan sueldos, seguro médico, Infonavit, energía eléctrica, agua potable, drenaje y alcantarillado, teléfono, pago especial por recolección de basura, etc, etc, y más etc.

LA FALTA DE CIRCULANTE es sin duda una de las razones básicas que afectan los negocios que expenden cualquier producto o brindan algún servicio, y conocido es de sobra que solo dos o tres días a la quincena hay movimiento real, en virtud del dinero que vía nómina reciben los burócratas nayaritas que laboran en las diferentes dependencias federales y estatales. De ahí en fuera, párele usted de contar, pues a diferencia de otras entidades en que funcionan fábricas y maquiladoras de diferentes productos; el movimiento es mayor porque sus obreros reciben paga semanal.

LA FERIA DE LA MEXICANIDAD es otro factor que afecta terriblemente a sus establecimientos, de tal manera que –aseguran- ésta se convierte en un verdadero dolor de cabeza que les dura todo un mes, en virtud de que la gente –atraída por el ambiente festivo- va a gastar su dinero y a comprarles a los comerciantes -en su mayoría fuereños- que para variar, se llevan las ganancias a sus lugares de origen. Por cierto, y en renglón muy especial, comentan algunos de estos molestos comerciantes; que sobre la tan llevada y traída FERIA DE LOS NAYARITAS que se promueve como “completamente gratuita”, tanto el congreso del estado como las diferentes instancias que existen para tal fin; deberían poner su atención, y auditar rigurosamente las formas y los mecanismos mediante los cuales se están destinando recursos del erario público para su difusión y realización; toda vez que hasta donde se sabe, se le define como una feria “CONCESIONADA A PARTICULARES”. Sin tener elementos suficientes a la mano para afirmarlo, estas fuentes señalan que de no aclararse adecuadamente este punto, podríamos estar frente a una irregularidad similar o mayor a la que se está denunciando por el asunto de la indebida aplicación de recursos para apoyar las empresas privadas de los HOTELEROS DE LA RIVIERA NAYARIT, vía placas de los vehículos de la entidad. ¡Hay les hablan diputados de oposición!

LOS PROPIETARIOS DE NEGOCIOS DE RECREACION, ESPARCIMIENTO Y RELAX, entre los que se pueden mencionar restaurantes, bares, discos, antros, centros nocturnos y hasta cantinas; vaya que “piden esquina y no logran ver la suya”, pues desde el asunto del recorte de horario, seguido por “el toque de queda” auto asumido por la sociedad en función de las balaceras, y continuado por la competencia desleal de la feria, la cuesta de enero y la crisis galopante que azota al estado; solo sobreviven en espera y con la muy lejana esperanza de que “puedan venir mejores tiempos”. Para acabarla de amolar –dicen- ya viene la semana santa, por lo que podría decirse que esto es “un cuento de nunca acabar”. De continuar la situación en este sentido, tendrán que tomar la decisión de “adelgazar sus nóminas” y con ello contribuir a incrementar el desempleo de la entidad.

COROLARIO.- Integrantes de las cámaras de comercio y de uniones de propietarios de negocios, confían en que algún día a sus gobernantes “les caerá el veinte” y recordarán “para qué fueron electos”. Así ya no gastarán en organizar ferias, fiestas, desfiles y circos; y sabrán que para dinamizar la economía es mejor invertir en infraestructura productiva. Finalmente piden a Dios que obre para que ”sus despistados gobernantes” dejen ya de ser “CANDILES DE LA CALLE Y OSCURIDAD DE SU CASA”. Hasta la próxima, mi correo electrónico mtreflexiones@hotmail.com y cainay.blogspot.com

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