Eran las 9 de la mañana cuando MIGUEL ANGEL MU RIVERA, líder de la sección 49 de maestros del SNTE, parecía querer pasar desapercibido desayunando solo con otra persona en el conocido restaurant del hotel Fray Junípero. Evidentemente su propósito era otro, pues todo mundo sabe que ese lugar es hoy por hoy el lugar más frecuentado por la clase política; y al que acuden quienes buscan las cámaras y los reflectores de los periodistas para difundir lo que les interesa.
Quizás por su buen manejo “del chayote” o por su imponente figura, lo cierto es que una vez descubierto, pronto se vio rodeado de quienes buscando la nota del día, lo bombardearon con preguntas respecto a la “feroz batalla” que en este momento libra contra la secretaria de educación básica OLGA MARIA RICO URIARTE. El propósito se había logrado: Dio una panorámica amplia sobre los porqués de su movimiento. ¿Cae o no cae la secretaria? Le pregunté cuando pasó a saludarnos a la mesa de columnistas: ¡Claro que cae! Contestó entusiastamente. Por mi parte me preguntaba: ¿Cuándo y a qué costo de desgaste del propio líder? Presencié el primer plantón que realizó MU RIVERA la semana pasada fuera de las instalaciones de la SEP. A este evento solo habían sido convocados los dirigentes de las delegaciones sindicales de la capital, mismos que muy ordenados, pronto se retiraron del lugar. Me pareció que la intención no fue otra que medir el poder de convocatoria de la dirigencia. Me pareció “muy tibia” la manifestación, puesto que no se vio ninguna pancarta exigente, ni los gritos y abucheos pidiendo la cabeza de la presunta víctima. Se decía ahí que si la “tozuda funcionaria no accedía a la petición respetuosa” que se le hacía para que renunciara por su propia voluntad, se incrementaría el nivel de exigencia convocando a la base magisterial. Esto se ha cumplido, pues recientemente “echaron toda la carne al asador” para apresurar su caída. Pero ¿qué creen mis estimados lectores?.... ¡Acertaron! La señora sigue incólume y firme en su despacho, y asegura que no se va.
Independientemente de las razones que arguye y con las que abandera MU RIVERA a su gente para quitar a esta señora traída desde Durango para administrar las escuelas del sector estatal, solo es una la que verdaderamente lo animó a embarcarse en esta aventura: “Que le dejen manos libres para administrar desde sus oficinas de la sección 49 todo lo que concierne a la administración de las escuelas de educación básica”. Esto lo dicen maestros que pertenecen a corrientes distintas a la del hoy embroncado líder, y que aún cuando aparentan apoyarlo, no les disgustaría que fracasara. Así las cosas, ya iniciaron los “paros escalonados” y la funcionaria sigue “vivita y coleando”. Haciendo un poco de historia, recordamos cómo MU RIVERA, usufructuando su parcela de telesecundarias, se constituyó en dirigente de una de las corrientes visibles de la sección 49. Había intentando fallidamente arribar a la dirigencia de la misma, alcanzando su propósito hasta que (aseguran sus adversarios) llegó a la gubernatura su condiscípulo de secundaria NEY GONZALEZ SANCHEZ. Estos mismos son los que afirman que más allá de que OLGA MARIA RICO URIARTE carezca de sensibilidad y buen talante; la verdadera disputa se da en función de que la citada señora “calzonuda por naturaleza” y por su amistad con DOÑA ELBA ESTHER, no se ha dejado manipular ni permitido que MU RIVERA se despache “con la cuchara grande” como ha sido costumbre de los dirigentes a través de los años. En esta inusual “VENDETTA FAMILIAR GORDILLISTA”, se habla de un personaje externo que (a la manera del diablito Derbéz) solo para divertirse, “maquiavélicamente” empujó al dirigente magisterial a meterse “en el zapato en que hoy se encuentra” y del que entre más pasen los días le será más costoso salir. La pregunta final es solo una: ¿Están contados los días de OLGA MARIA RICO URIARTE, o los de MU RIVERA como político de primera línea? ¡Hagan sus apuestas señores!
COROLARIO.- En poco menos de tres años andarán queriendo jubilarse las primeras maestras de telesecundarias, ¿Qué irá a pasar? Por un lado, el gobierno del estado no está jurídicamente obligado como patrón para este asunto en función de que a estos trabajadores se les paga con recurso federal. Por el otro, como “los maestros teles” nunca han cotizado al ISSSTE, tampoco son su responsabilidad. Este es un verdadero “problema sindical” a resolver…. ¡Pero esa es otra historia! Mi correo mtreflexiones”@hotmail.com
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