Por conducto de los boletines gubernamentales y de los “sesudos comentarios” que realizan algunos periodistas oficiales, nos hemos enterado de que NEY GONZALEZ SANCHEZ, recién llegado del exitoso viaje que con fines de promoción turística realizó por el viejo continente y sin siquiera tomarse un minuto de descanso; se desató regalándonos a los nayaritas quirófanos de primer mundo por aquí, pólizas digitales de seguro popular por allá y equipos computacionales con tarjetas de Internet gratuitas por acullá. Pero aún más loable (cuando menos a juicio de sus principales aduladores) resulta, el que haciendo a un lado o ignorando su propio interés y satisfacción personal, festeje su cumpleaños precisamente inaugurando obras en diversos municipios y en suma, entregando bienestar a la población. Todo lo anterior sin duda habría que reconocerlo y aplaudirlo, aún cuando todo lo que hace es simplemente cumplir con su obligación; pues su gobierno “tiene un plan y lo está cumpliendo”.
Sin el ánimo de dudar, cuestionar o minimizar los logros o lo positivo que pudiera tener el actual gobierno, me parece que lo interesante en este momento es analizar el significativo y peligroso decremento que en los aspectos CREDIBILIDAD y HONESTIDAD acusa la administración neycista. Al respecto, no hace falta hacer mención de resultados de encuestas formales que se han realizado y que confirman esta aseveración; solo se requiere “consultar a JUAN PUEBLO” para constatar la forma tan vertiginosa en que se han venido abajo estos importantes rubros, que al inicio del sexenio sin duda eran de los más sólidos. Efectivamente, mis estimados lectores podrían hacer su propia encuesta y confirmar lo antes señalado con solo plantear a sus conocidos las siguientes preguntas: ¿Crees en la información que rinde el gobierno actual? ¿Consideras que el gobierno administra los recursos con honestidad?
Por mi parte, yo ya hice mi propia encuesta, y a reserva de que alguno de mis lectores encontrara lo contrario; puedo decirles concretamente que en promedio, solo 2 de cada 10 encuestados, avaló firmemente que creía en la honestidad y en la buena intención de la presente administración; el resto tajantemente la cuestionó. Aquí surgen algunas preguntas obligadas: ¿Dónde quedó el alto nivel de popularidad y credibilidad con que arribó el actual gobernante? ¿Por qué se han diluido tan peligrosamente tan importantes factores? ¿Empieza a fallar la costosa y funcional cobertura mediática que desde el inicio del sexenio se realiza? ¿Estarán siendo insuficientes los recursos que se destinan para el caso? ¿Se deberá acaso a la nula credibilidad y el desgaste que ante el pueblo tienen los propios medios y los voceros que se han venido utilizando para el caso? Estas y otras muchas interrogantes seguramente se estarán haciendo el ejecutivo y sus asesores, lo cierto es que en función de diversos factores entre los que por supuesto destaca el deterioro normal que tiene todo gobierno cuando “ya va de salida”; tendrán que aceptar que la estrategia de decir a diario que “ todo va viento en popa, que Nayarit está en completa paz y trabajando y que ocupamos los mejores lugares del orbe” ya no se lo cree ni mi abuelita que padece demencia senil.
Por si esto fuera poco, y para echarle más leña a la hoguera, el movimiento ciudadano que surgió inicialmente contra el pago por reemplazamiento y verificación vehicular (que por cierto el inexperto secretario de gobierno denominó de propio cuño “movimiento de resistencia civil”) ha rebasado sus propósitos originales, y contando con la aprobación cada día más creciente de la sociedad, ahora ha tomado banderas adicionales que sin duda están ganando adeptos, ya que ahora están exigiendo que el gobierno de respuesta concreta a los cuestionamientos que sobre el cobro de tenencia, el dispendio de los recursos y el endeudamiento exorbitante se le están haciendo. Los esfuerzos oficiales que se han implementado para intentar contra restar este movimiento que representa el malestar social, definitivamente están siendo insuficientes. Es decir, no está sirviendo de nada la repartición de vistosos ejemplares sobre las supuestas obras de gobierno, los promocionales en los taxis, la defensa “a ultranza” por el “si pago” que han emprendido diputados, funcionarios y articulistas gubernamentales y el propio ejecutivo. En conclusión, al pueblo le están siendo más convincentes los números y argumentos que mencionan quienes cuestionan las irregularidades gubernamentales, y parece compartir la idea de que se den respuestas muy concretas a cuestionamientos como el que recientemente hiciera el exgobernante ANTONIO ECHEVARRIA DOMINGUEZ respecto a ¿Por qué? “EL GOBIERNO ACTUAL ESTÁ QUEBRADO FINANCIERAMENTE”. Hasta la próxima, mi correo mtreflexiones@hotmail.com Esta y columnas anteriores léalas en www.cainay.blogspot.com
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