jueves, 25 de febrero de 2010

SIEMPRE SÍ ARRANCÓ LA FERIA ¿GRATIS?

Contra todos los pronósticos y sobre todo contra la opinión de algunos diputados y connotados ciudadanos, que en función de la crisis económica y los acontecimientos violentos de los últimos días sugerían se analizara la posibilidad de suspenderla; “arrancó la feria de la mexicanidad”.

EVENTO MUY IMPORTANTE PARA LOS NAYARITAS. Así calificó el secretario de gobierno este asunto, como queriendo decir que por ello, y para “no lesionar sus intereses” (por supuesto de todos los Nayaritas) debería realizarse a toda costa; o como dice el dicho popular: “A pesar de todos los pesares”. No se a ustedes mis estimados lectores, pero a este servidor le surgen estas interrogantes: ¿Es en verdad de relevante importancia este evento? ¿Por qué? ¿Para quienes? ¿Qué se gana con la feria? ¿Qué se pierde si no se realiza? ¿Quién gana con su realización? ¿Quién pierde con su no realización? Para aproximarnos a las respuestas acompáñenme al siguiente análisis:

EL ORIGEN DE LAS FERIAS TRADICIONALES MEXICANAS. Todo mundo sabe que las ferias tenían como propósito fundamental el económico, por ello se realizaban en distintas fechas del año, cuando salían las cosechas de los principales productos de cada región, mismos que se exhibían y ponían a la venta ante los visitantes foráneos que acudían para adquirirlos de buena calidad y a buenos precios. Luego entonces, las ferias se realizaban en “temporadas de alta productividad y bonanza” en la que se vendían “los excedentes de producción” una vez que se había “guardado lo suficiente y más para el consumo propio”. De ahí, el ambiente festivo, la algarabía, la alegría y la disposición para disfrutar, pues la tierra había sido prolífica. Entonces, había razón para “echar las campanas al vuelo”. Solo basta con ver alguna de las inolvidables películas de Pedro Infante o Antonio Aguilar para verificar la certeza de lo antes dicho.

LA CRISIS EN LA COSTA NAYARITA. Sin duda el flamante secretario de gobierno vive en otra dimensión, pues dudo que para la gente de la costa del estado sea en verdad un evento de tanta importancia esta feria en la que por cierto, no creo que se les antoje llevar a exhibir el raquítico sorgo, el frijol y el tabaco manchado y demás productos dañados que pudieron rescatar del inclemente temporal que acaban de sufrir. Habrá quien pueda argumentar que no solo el rubro agrícola es el importante en este caso, pero, disculpándome por mi ignorancia en el asunto de productividad me pregunto qué pudiéramos ofertar a los “posibles compradores” que con este fin vinieran a visitarnos. ¿Hemos logrado proyectos ganaderos exitosos con animales de alto registro como en Sonora? ¿Ya somos autosuficientes en producción de carne de cerdo? ¿Ya tenemos flota pesquera y somos capaces de capturar, comercializar y procesar las especies que abundan en nuestro litoral? Si la respuestas son negativas, discúlpenme por seguir preguntando: ¿Tiene razón de ser la feria de la mexicanidad?

ANTES FERIA AUTOSUFICIENTE. Bien recuerdo que desde que CELSO DELGADO hizo la primera feria en Tepic fue autofinanciable, la encargó a un patronato que cobraba una cuota simbólica de entrada y al final “entregaba cuentas y la ganancia que se había obtenido de la misma”. Rigoberto y Toño no fueron la excepción, pues en sus gobiernos seguimos siendo informados de la misma manera, y en el caso del gobierno del cambio recuerdo que “las ganancias” pasaban íntegramente al DIF y se utilizaban para la asistencia social.

UNA FERIA TOTALMENTE GRATUITA. “De gollete hasta un puñete” dice el refrán, así que si la feria es “totalmente gratis”, olvidémonos de la crisis y el mal tiempo y vayamos a disfrutar de las afamadas bandas, los grandes bailes y atractivos espectáculos que afortunadamente serán “de gorra”. Pero, ¿Quién invita? por que el que invita paga ¿No? Los comerciales dicen que el gobierno del estado es “el invitador”, luego entonces ¿En verdad nos sale gratis la feria?. ¡Claro que no! Esa es una gran mentira, pues el dinero se toma precisamente del erario público y por tanto la feria “nos cuesta a todos los Nayaritas que le aportamos dinero al gobierno vía impuestos”, pero no para que haga ferias, sino para que haga obras “que perduren y que resuelvan necesidades prioritarias de la población”. Sin el ánimo de ser “aguafiestas” no me resisto a lanzar esta última pregunta: ¿Cuántas calles quedarán sin empedrar y cuantos drenajes quedarán sin reparar por el gasto de la feria?

COROLARIO.- ¿Sabía usted que además de los artistas, más del 70% de vendedores son “fuereños” que se llevan las ganancias a otro lado? y ¿que en esta edición bicentenario de la feria hasta las instituciones públicas pagan derecho de piso? Solo la SEP pagó más de $90 000.00 de su raquítico presupuesto. ¿Beneficia la feria a los Nayaritas?

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